miércoles, 26 de junio de 2013

UNA AFRENTA A LOS ORIGINARIOS Y PRÓCERES DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

UNA AFRENTA A LOS ORIGINARIOS Y PRÓCERES DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

Andresito sí, Cristina no


(Corresponsal)

Tuvieron que retroceder en ponerle el nombre de la presidenta a un estadio con el nombre de Andresito.
Los alcahuetes de la presidenta Cristina Fernández en la provincia de Misiones, el intendente de Posadas, Orlando Franco, y el gobernador Maurice Closs, habían decidido que la cancha del club Crucero del Norte, con capacidad para 12.000 espectadores, deje de llamarse Andrés Guaycurarí (1785-1825), el prócer nacional guaraní que luchó en nuestra Guerra de la Independencia y defendió el territorio contra la invasión portuguesa, cuyo padrino fue José Gervasio Artigas. La cancha se destaca por ser la que tiene las dimensiones más grandes de las que disputan torneos de AFA (110 x 75) y está ubicada en Garupá, a pocos kilómetros de Posadas, con el Río Paraná de fondo.
Un prócer originario
Andrés Guaycurarí, familiarmente Andresito o Andresito Artigas, es el más conocido prócer originario en la historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Gobernó entre 1811 y 1822 la Provincia Grande de las Misiones, de la cual la actual provincia de Misiones es solo un pequeño pedacito. Fue uno de los más fieles colaboradores de José Gervasio Artigas, quien lo apadrinó y lo adoptó como hijo; permitiéndole firmar como “Andrés Artigas”. Era originario de la gran nación avá guaraní (gente guerrera, en español), lo que –de no haber mediado Artigas– le hubiera excluido de la oficialidad de la época. Continuador de las luchas de su pueblo, que tuvieron entre otros exponentes al ruvichá (cacique, en la versión española) José Sepé Tiarayú (líder de la Guerra Guaranítica, de 1754 a 1756), el protagonismo histórico de Andrés Guaycurarí se inicia cuando en 1811 se suma a las tropas de Manuel Belgrano en el intento de la expedición para libertar al Paraguay de los realistas. Luego acompañó a Belgrano hasta la Banda Oriental con el mismo objetivo. Sin embargo al ser desplazado Belgrano de la dirección de las tropas y ser suplantado por el unitario José Rondeau, Guaycurarí decidió unirse a los federales liderados por José Gervasio Artigas. Hacia fines de 1812, ya como comandante de las Misiones Occidentales, Andrés Guaycurarí logró desalojar a las tropas del Paraguay que habían ocupado el departamento de La Candelaria (ubicado en el suroeste de la actual provincia argentina de Misiones). Esta actitud se explica por la desconfianza respecto a la actitud paraguaya en la guerra por la emancipación tanto respecto a España como ante la creciente injerencia del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve.
La defensa ante los portugueses
Guaycurarí fue el principal capitán en la defensa argentina de los extensos territorios ubicados entre el río Paraná al oeste y el río Yacuy al este, durante las invasiones portuguesas. En 1815 venció a los invasores en La Candelaria (cerca de la actual ciudad de Posadas), liberando luego Santa Ana, San Ignacio Miní y Corpus. En septiembre de 1816 cruzó el río Uruguay en Itaquí; derrotó nuevamente a las tropas portuguesas, logrando así liberar gran parte de las Misiones Orientales, en la extensión llamada El Tapé (el camino, en guaraní; en este caso, el camino hacia los puertos del Atlántico). Nuevamente victorioso en la batalla de Rincón de La Cruz, puso sitio a San Francisco de Borja (actual São Borja), pero los refuerzos que llegaron a auxiliar a los defensores lo obligaron a retirarse nuevamente tras el río Uruguay. Las tropas portuguesas pasaron nuevamente a la ofensiva, avanzando sobre la barra del Aguapey. El 17 de enero de 1817, por órdenes del gobernador de Río Grande del Sur, al mando de Francisco das Chagas Santos invadieron las Misiones mesopotámicas, saqueando y destruyendo las poblaciones de La Cruz, Yapeyú, Santo Tomé, Santa María, Mártires, San José, San Ignacio Miní, Apóstoles, y San Carlos.Sin embargo, Guaycurarí les hizo frente en estas dos últimas plazas, derrotándolos y obligándolos a retirarse; la situación le permitió pasar a la contraofensiva teniendo como principales lugartenientes a Sití y Mariano Mverá, avanzando hasta reconquistar San Francisco de Borja y gran parte de las Misiones Orientales. En esas circunstancias, el comandante general de Misiones Andrés Guaycurarí (cargo para el que había sido designado a fines de 1814 por el líder de la Liga de los Pueblos Libres, José Gervasio Artigas), en marzo de 1817 fundó en la barra del río Miriñay, la nueva capital misionera: Nuestra Señora de la Asunción del Cambay (en el Departamento Monte Caseros, de la actual provincia de Corrientes). A principios de mayo Guaycurarí recuperó todo el territorio abandonado por portugueses y paraguayos y luego logró derrotar a Das Chagas Santos, quien había vuelto a invadir Misiones, en Apóstoles el 2 de junio de 1817.Entre 1818 y 1819 Guaycurarí atendió el frente interno por indicación de Artigas. Marchó sobre Corrientes, caída en manos de militares afines al poder central porteño, y expulsó a los unitarios. Hasta 1819 ejercería la gobernación de la provincia con decisión y vigor, propiciando una reforma agraria y liberando a esclavos aborígenes y negros. Empero en 1819 los portugueses contraatacaron; Guaycurarí era el único caudillo preparado para enfrentarlos, por lo que avanzó hasta la frontera e intentó sitiar Chagas. Los portugueses, apoyados por tropas frescas recién llegadas de Porto Alegre y Alegrete, le hicieron frente en el combate de Ita-Curuví. El desigual encuentro fue desastroso para las fuerzas de Guaycurarí; muchos de sus hombres, entre ellos el ruvichá Tiraparé, cayeron en combate y se vio obligado a abandonar el campo, con la idea de volver a formar sus tropas en la margen occidental del Uruguay. Sin embargo fue hecho prisionero por los portugueses cuando intentaba cruzar el río. Fue enviado envuelto en un cuero crudo (el cual al secarse le dificultaba la respiración) a la prisión de Porto Alegre, y de ahí a Río de Janeiro. Se cree que murió prisionero en las mazmorras de la Ilha das Cobras (Isla de las Cobras), probablemente en 1821. El mismo año de su derrota se firma en Montevideo el llamado Tratado de la Farola, por el cual los nacidos en la Banda Oriental que abandonaron a José Gervasio Artigas y pasaron a formar parte del probrasileño “Club del Barón” (antecedente del Partido Colorado) ceden las Misiones Orientales al ya reino de Brasil a cambio de la construcción de un faro en la Isla de Flores.
Reconocimientos y afrenta
La provincia de Misiones emitió un decreto para que se investigue el paradero de su cuerpo, y se repatríen sus restos. El diputado Iturrieta comunicó que el día 21 de noviembre de 2008, la Comisión de Legislación General dictaminó, por unanimidad, que “se considere el reconocimiento del grado militar del Comandante General Andrés Guacurarí” (ó Andrés Guaycurarí) y sea revindicado en la historia de la emancipación, como así también, la creación de una comisión especial como el objetivo de repatriar los restos del héroe misionero.Una ciudad en el noreste de la actual provincia de Misiones le homenajea con el nombre: Comandante Andrés Guacurarí, aunque en este caso se mantiene la grafía errónea del apellido. Cerca de dicha localidad, el Puente Internacional Comandante Andresito cruza el río San Antonio uniéndola con Brasil. En Uruguay, la Ruta 4 lleva el nombre de Andrés Artigas. En 2003 el estadio del club Crucero del Norte de la ciudad de Posadas fue bautizado Andrés Guaycurarí en homenaje al prócer. Ahora su dueño, Julio Koropeski, junto al intendente de Posadas Orlando Franco y al gobernador Maurice Closs, pasando por encima incluso al intendente Garupá (que es donde se ubica el estadio), habían decidido sacar su nombre y reemplazarlo a partir del 27 de junio por el de Cristina Fernández de Kirchner. Ese día, “casualmente” el anterior al inicio de la veda electoral de cara a las elecciones del 30 de junio en la provincia, tendría a lugar el acto oficial que homenajearía a la presidente de la nación, el vicegobernador de Buenos Aires Gabriel Mariotto y el senador Aníbal Fernández (El Cronista Comercial, 19/6/2013).Ante la ola de protestas, canalizadas principalmente a través de las redes sociales y la prensa escrita, la presidenta Fernández, viendo lo que pasaba en Brasil (“cuando veas afeitar a tu vecino...”), recién el  22 tomó nota del tema enviándole una carta al presidente del Club Mutual Crucero del Norte, pidiéndole que dé marcha atrás con la iniciativa. Cristina Fernández dijo desconocer hasta ese momento el rebautismo del estadio; no obstante subrayó de inmediato en su Facebook que el club fue fundado en 2000 por la empresa privada de transporte Crucero del Norte y que hasta el 2003 el equipo de fútbol jugó de local en la cancha del Club Atlético Bartolomé Mitre, en Posadas. Y le reclamó a su interlocutora: “Supongo que, admiradora de Andresito como sos, habrás mandado alguna carta de protesta por qué jugaban en un club que se llamaba Bartolomé Mitre. Nada más en las antípodas de Andresito y de su historia, que el Gral. Bartolomé Mitre”, escribió Cristina. En cuanto a la referencia que la interlocutora de Facebook había hecho a su ego, le enrostró: “No sé si sabrás que estudié un año de psicología antes de ser abogada. Según Freud (Sigmund), ego tenemos todos, y alter-ego también, entre otras cosas. Quería tranquilizarte, no sea que pienses que la única que tiene ego en la Argentina es la Presidenta”, ironizó.


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