El
pueblo castigó en las calles y en las urnas
Declaración del PTP y
el PCR sobre las elecciones del 11/8 y el paro nacional activo.
El gobierno de
Cristina Kirchner fue castigado por izquierda en las elecciones: por su
política de descargar el ajuste, la inflación y la crisis sobre los
trabajadores y el pueblo.
La presidenta no era
candidata. Se puso ella, y su política, en el centro de la campaña electoral,
creyendo que iba a arrastrar para sus candidatos la mayor parte del 54% de los
votos que sacó en el 2011. Sacó el 26%, perdió
la mitad: fue una gran derrota. Perdió en todas
las grandes ciudades, lo que mostró su retroceso en los trabajadores y en las
capas medias; perdió en las localidades agrarias de la pampa húmeda, y en toda
la Patagonia.
También fueron
castigados con la derrota en sus distritos, gobernadores e intendentes que se
arrodillan ante el gobierno nacional: Buenos Aires, Mendoza, San Juan,
Catamarca, La Rioja, Chubut y Santa Cruz; y en todas las provincias el Frente para la
Victoria perdió votos. También fueron castigadas otras derechas que gobiernan
distritos, como Macri en la Capital Federal.
El castigo fue mayor,
si se tiene en cuenta el fraude. Como las 300 urnas que
“desaparecieron” en Jujuy, con lo que el kirchnerismo pasó de perdedor a
ganador. Hubo robo de votos donde no hubo fiscales.
Basta de ajuste,
inseguridad y corrupción
Con el pan a $20, no
se puede mentir que con $6 por día se puede comer. Hay bronca por la inflación
y la inseguridad que provocan sufrimientos al pueblo; y por la soberbia y la
corrupción del poder.
Con las luchas los
trabajadores y el pueblo lograron imponer parte de sus reclamos en la agenda
política. Los candidatos tuvieron que hablar del robo al salario con el
impuesto a las ganancias, el 82% móvil a los jubilados, el trabajo digno para
los desocupados, el saqueo impositivo del gobierno a los pequeños y medianos
productores agrarios, el escándalo de los subsidios a los empresarios del
ferrocarril asesino, los beneficios a la usura financiera y el juego, a las
mineras saqueadoras y envenenadoras. La mayoría del pueblo no quiere seguir pagando el ajuste, la inflación, la
crisis, la inseguridad y la corrupción.
Grandes masas castigaron votando a candidatos para derrotar al gobierno K, a gobernadores e
intendentes como Scioli y Macri. Todos los candidatos opositores debieron
apoyar los principales reclamos impuestos por la lucha popular, y prometieron
presentar leyes progresistas sobre esos temas. Pero la experiencia muestra que
en el Congreso Nacional, solo se pudieron imponer leyes a favor del pueblo,
como la nulidad de las leyes de la impunidad a los genocidas de la dictadura,
con un gigantesco movimiento de masas, o la derogación de la circular 125 con
más de 1.000 cortes de rutas.
La política
kirchnerista ató a la Argentina a la “alianza estratégica” privilegiada con
China, y con Brasil y Europa. Entregó parte del mayor yacimiento petrolero a la
Chevron yanqui, y negocia otras partes con monopolios chinos y rusos. Acaba de
entregarle las represas de Santa Cruz, a la empresa china Geshouba, asociada
con Electroingeniería (del grupo K). Esa política profundizó la dependencia, la
concentración de la tierra en manos de la oligarquía terrateniente y agravó la
crisis energética. Nos sometió a las oleadas de la crisis mundial que ahora nos
castigan con el bajón de los precios de la soja y los minerales.
Se han agotado los
“pilares del modelo K”, y las clases dominantes en la Argentina acuerdan en aplicar un
ajuste que va a
redoblar la carga sobre los salarios, jubilaciones, planes sociales, etc. Saben
que ese ajuste va a provocar conflictos
sociales. Por eso todos los grupos del bloque dominante
trabajan para frenar las luchas. La discusión que los divide es quién paga el
costo político del ajuste y de qué forma hacerlo: seguir licuando los salarios y demás ingresos fijos
con la inflación como
ofrece el kirchnerismo, o
hacharlos con una dura devaluación como quieren sus rivales.
La devaluación es el pilar de las políticas a las que apuntan
tanto Massa, De la Sota y Macri, como Cobos y otros de la cúpula radical. Por
eso, en el equipo de Massa está Lavagna, el ex ministro de Economía de Duhalde
y Kirchner que aplicó a fondo el
hachazo devaluador, luego fue candidato presidencial en el 2007
con el apoyo del aparato radical, y tiene estrecha relación con Techint y
Clarín. Por otra parte, Massa y otros candidatos no hablan de la corrupción,
ofreciéndole al gobierno una “transición ordenada” sin judicializar la fortuna
de los Kirchner.
El castigo a la
política K y a derechas opositoras muestra que la inmensa mayoría del
pueblo quiere otra política. Por eso, todas las fuerzas jugaron en
las elecciones del 11/8 apuntando a las presidenciales del 2015. Lo que hay que
ver es qué gobiernos y qué políticas preparan.
Cambió la situación
política
Con el resultado de
las elecciones se ha producido un cambio grande en la situación política.
Cristina K dijo: “Mi
gran responsabilidad es la gobernabilidad de la Argentina”. “Gobernabilidad”
quiere decir garantizar que el pueblo siga pagando el ajuste. Para eso compra o divide las
organizaciones sociales, criminaliza la protesta popular, y ahora, con
Milani y Berni al frente, crea fuerzas de choque con militares y militantes de
La Cámpora y otras organizaciones.
Aunque salió debilitado de las elecciones, el kirchnerismo
tiene el gobierno, ha desarrollado un poderoso grupo económico, tiene alianzas con
las petroleras, mineras, cerealeras y otros grupos con los que hegemonizaron el
bloque dominante en
la Argentina. Nunca retrocedió frente a una
derrota, redobló la apuesta: ¡Vamos por
todo!.
Sería un
grave error subestimar al kirchnerismo cuando ha mostrado su verdadera cara
con Jaime, Milani y la Chevron, en una situación económica con más nubarrones.
Hubo fuerzas
progresistas que optaron por alianzas con sectores de la derecha, como UNEN, el
frente que ganó en la Capital Federal, y otros frentes en las provincias,
tratando de capitalizar el “voto útil” para castigar al gobierno kirchnerista,
a costa de rebajar sus programas. El sistema electoral impuesto marca la cancha en función de los candidatos
publicitados, con campañas muy costosas y presencia en los medios. Y lleva a
una polarización entre los grandes aparatos políticos que usan a su antojo el
aparato del Estado. No es casual que la ley que impuso las PASO fuera pactada
por el kirchnerismo y la dirección de la UCR.
Defendemos los frentes
En esas condiciones
difíciles, un sector de las masas castigó al gobierno K votando a fuerzas
populares y de la izquierda que crecieron en relación a las elecciones del
2011.
El FIT derrotó la
trampa de las PASO en 15 provincias y la Capital Federal, avanzando en su
camino parlamentario, con un buen programa.
Los frentes en los
que participan el PTP y el PCR unieron
en el voto lo que está unido en la lucha, conquistando buenos resultados.
Ha sido un enorme esfuerzo de compañeros y compañeras que tomaron la campaña en
sus manos y la llevaron a las masas. Hay alegría por esa gran batalla política
que fortaleció la unidad para la lucha y la unidad programática en los frentes.
En muy poco tiempo se lograron buenos resultados electorales, y se fortalecieron
los movimientos clasistas y antiimperialistas, y el PTP y el PCR.
En esas condiciones
derrotamos la trampa de las PASO en 12 provincias y la Capital Federal: La
Alianza Frente Progresista en Río Negro con 56.247 votos (16,69%), Alternativa
Popular en Tucumán con 31.803 (3,81%), el Frente Progresista Cívico y Social en
Córdoba con 62.315 (3,31%), el Frente Unidad Sur en Chubut con 9.255 (3,27%),
la lista Paso al Frente (con 18.394 votos) en el FAP en Entre Ríos (el 8,37%),
trabajamos junto con UP en la lista interna en el FAP en Misiones con 17.082
(3,08%), el Frente Progresista Sur en Neuquén con 9.681 (2,86%), Camino Popular
en la Capital Federal con 40.961 (2,17%), el Frente del Pueblo en Santa Cruz
con 3.190 (2,12%), el Frente Popular en San Juan con 8.043 (2,07%), junto al
MST en Salta con 9.524 (1,58%), el Frente del Pueblo en Santa Fe con 30.747
(1,73%).
Los frentes en los
que participaron el PTP y el PCR sumaron, en total, 407.242 votos.
En la provincia de
Buenos Aires el Frente Popular, Democrático y Social, Podemos, que integramos
junto con UP y el MST, sacó más de 110.000 votos (1,29%) a diputados
nacionales, lo que no alcanzó para derrotar la trampa de las PASO. Sí derrotó
esa trampa de las PASO para legisladores provinciales, en la 2° sección (Campana,
San Nicolás, Pergamino, etc.) y 8° (La Plata), y en la 3º se estaría superando
el 1,52% con las planillas oficiales de La Matanza. También derrotaron la
trampa las listas para concejales en los partidos de: Matanza, Quilmes, La
Plata, Avellaneda, Berazategui, Magdalena, Berisso, Ensenada, Campana,
Mercedes, Echeverría, Lanús, Quilmes, Junín, Trenque Lauquen, Lincoln, Bragado,
Gral. Viamonte, Chascomús, Pinamar, Cnel. Rosales, Bahía Blanca, Saladillo y
Saladillo. Y están en discusión en el escrutinio definitivo: Moreno, Pergamino,
y Pte. Perón.
Las luchas y por la
derrota electoral debilitaron al gobierno K, y a otros como los de Macri y
Scioli. Esto crea buenas condiciones para profundizar la unidad para la lucha
de los trabajadores y el pueblo, hacia el paro nacional activo. También, para
defender a los frentes en los que participamos, instalando y peleando el voto a
sus candidatos nacionales, provinciales y locales el 27/10, y para garantizar
la campaña por la personería del PTP y el fortalecimiento del PCR.
Valoramos los
avances que damos, en la lucha y en las elecciones, para profundizar
el camino del Argentinazo; preparándonos para las nuevas
batallas que lleven a conquistar otra política y otro gobierno, popular, patriótico,
democrático y antiimperialista, hegemonizado por la clase obrera.
PARTIDO DEL TRABAJO Y
DEL PUEBLO
PARTIDO COMUNISTA
REVOLUCIONARIO