Anticipo Hora Política - 07/10/2013
Se sacude el tablero político
Fecha: 08/10/2013
La enfermedad de la
presidenta, el castigo al gobierno en las PASO, la suba de los precios y la
inseguridad agravan la inestabilidad política al filo de las elecciones.
1. La enfermedad
de la presidenta
El sorpresivo deterioro de la salud de la
presidenta introdujo una fuente de inestabilidad política, en la situación
compleja que dejó el duro castigo al gobierno K en las PASO.
El ocultamiento del real estado de la salud de
Cristina Kirchner, agrava esa situación. A raíz del hematoma craneal se supo
que había recibido, dos meses antes, un golpe en la cabeza. Ese golpe se
produjo en las 24 horas siguientes a las PASO, cuando la presidenta negaba su
derrota electoral, levantando la mano de sus candidatos derrotados como
triunfadores. No se conoce la gravedad de ese hematoma; tampoco de la arritmia
cardíaca que habría sido otro motivo de su chequeo médico. Se dijo que haría
reposo por un mes, y poco después se anunció la operación del hematoma (al
cierre de esta edición).
Ni el hematoma ni la arritmia serían cuestiones
severas. Sin embargo, la repetición de desmayos y bajones de presión, la
operación de la tiroides, y otros hechos, muestran su deterioro físico.
Deterioro que se corresponde con la sobrecarga que provoca la concentración en
sus manos de todas las decisiones del gobierno; un estilo de gestión que
difícilmente cambie.
2. El
impresentable Boudou
El vicepresidente Boudou comenzó a reemplazar a
Cristina K en los actos oficiales. No cambia mucho si Boudou asume o no. Cuando
asumió, no se le permitió ni ocupar la oficina presidencial. El gobierno
seguirá en la quinta de Olivos, con la presidenta secundada por su hijo Máximo
(aunque no ocupe ningún cargo), Zanini, y muy pocos más.
Boudou es el símbolo de la corrupción K. Lo marca
el escandaloso caso de la imprenta Ciccone, con testaferros, empresas
fantasmas, uso del cargo para obtener favores de la AFIP, pagos de viajes al
extranjero a sus familiares y amigos, etc. Lo colocó en la vicepresidencia
Cristina K, en contra de las opiniones de gran parte del kirchnerismo (incluso
del propio Máximo) y del PJ. Pese a las presiones del gobierno sobre la
Justicia, ya no habría voluntad en los jueces para seguir sosteniendo la impunidad
de Boudou.
El gobierno arrastra el castigo en las calles y en
las urnas. Venía tratando de consolidar los votos de las PASO, contener la fuga
de intendentes y legisladores y las críticas de los gobernadores que se vieron
en la reunión del Consejo Nacional del PJ en Entre Ríos. Para esa operación,
venía escondiendo a La Cámpora y otros impresentables cuya lista encabeza
Boudou, que ahora será la cara pública del poder ejecutivo.
3. Una economía
frágil
El debilitamiento del kirchnerismo y la inestabilidad
política que provoca la enfermedad presidencial, se dan en un momento difícil
de la economía nacional.
Se aceleró la inflación. En la última semana, las
empresas subieron los precios de un cuarto de los 141.000 productos de los
supermercados. Los aumentos en cuotas de los salarios pactados en paritarias se
van rezagando frente a la carestía. Y en los más pobres crece el hambre. A la
crisis de las economías regionales se sumaron el cierre de empresas productoras
de biodiesel y las suspensiones en automotrices.
Fracasó el “blanqueo”. De enero a setiembre, las
reservas del Banco Central cayeron 8.450 millones de dólares, a lo que se
sumará, el año que viene, los 9.885 millones que el gobierno usará para pagar
deudas ilegitimas. Se agrava la crisis energética, “el mago” Galuccio recorre
el mundo negociando la entrega de Vaca Muerta.
La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos
de no tomar el caso en el juicio contra la Argentina es un nuevo apriete de los
yanquis, que vienen bloqueando los créditos del Banco Mundial.
4. Ajuste y
garrote
El debilitamiento político, la fragilidad económica
y la inestabilidad, achican los márgenes de maniobra del gobierno. Marcha a un
ajuste después de las elecciones: ya no puede mantener los subsidios a las
empresas de servicios y energéticas para contener la presión salarial. Todo el
bloque dominante acuerda con el ajuste, aunque los candidatos de las otras
derechas lo oculten. Se difieren en qué sectores de los de arriba se favorecen
con ese ajuste.
Y todos parten de la base de que ese ajuste
provocará conflictos sociales. Para eso están Milani y Berni, y la
participación de las Fuerzas Armadas, violando la Constitución y las leyes que
lo prohíben, como en la represión en Santa Cruz.
Durante años el kirchnerismo no entregó tierras,
las acaparó con sus inmobiliarias. Más de 3.000 personas ocuparon tierras en
Río Gallegos. El intendente K, por orden del gobierno K, desalojó el predio,
con Berni, la Gendarmería, Prefectura, Marina y Ejército.
5. Vamos por más
El 10, los trabajadores estatales se han unido para
marchar a La Plata en repudio al presupuesto hambreador de Scioli. Sigue la
combativa huelga de los docentes del sur de Chubut. Luchas estudiantiles como
en Tucumán y en La Rioja, y la movilización juvenil en Rosario que reclamó ante
el gobierno contra la droga, ponen sobre la mesa los problemas de los jóvenes.
Una gran marcha en Gualeguaychú denunció a la pastera contaminante y el
gobierno que la apaña.
El 11, los originarios marchan a Plaza de Mayo
conmemorando el último día de libertad. Vienen de conquistar la prórroga de la
ley de relevamiento de tierras, y están en lucha enfrentando el proyecto de
Código Civil que liquida sus derechos nacionales y comunitarios colocándolos al
nivel de una ONG. Los acompaña la Multisectorial, sumando sus reclamos, que
integran CTA, CCC, MST, OTR, FAA, FNC, Originarios en Lucha y la FUA. También,
miles de mujeres se preparan para marchar a su Encuentro Nacional en San Juan.
Los reclamos de los trabajadores, los originarios y
campesinos, las mujeres y los jóvenes, contra la inseguridad, el saqueo y la
contaminación, están marcando la cancha: el pueblo no quiere retroceder, quiere
ir por más.
Ir por más en las calles y en las urnas. Y para eso
vamos por el esfuerzo final de la campaña política para afirmar a los frentes,
peleando el voto, los fiscales, la personería del PTP y el fortalecimiento del
PCR.
La inestabilidad política y la fragilidad
económica, y el ajuste que se prepara, abren la posibilidad de cambios bruscos
en la situación política. El resultado de las elecciones puede acelerar esos
cambios. Hay que estar preparados, y preparar a las masas, para actuar. Para lo
cual, tenemos las enseñanzas del Argentinazo y la Rebelión Agraria y Federal
que marcan el camino que hay que profundizar para torcerle el brazo a esta política de hambre, entrega y
represión, cada vez más mafiosa.
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