HACE 36 AÑOS MURIÓ MAO
TSETUNG
Servir al pueblo
(Tomado del periódico
HOY Servir al pueblo Nº 1436)
El 9 de septiembre se cumplieron
36 años de la muerte de Mao Tsetung, el máximo dirigente del Partido Comunista
de China, que condujo a su pueblo al triunfo de la revolución en 1949, guiándolo
hacia la construcción del socialismo.
En su memoria reproducimos
párrafos de un discurso suyo del 8 de septiembre de 1944, de despedida a un
camarada muerto entonces en el derrumbe de un horno, que lleva el título que
sirve de lema a nuestro semanario.
Todos los hombres han de morir, pero la muerte puede
tener distintos significados.
El antiguo escritor chino Sima Chien decía:
“Aunque la
muerte llega a todos, puede tener más peso que la montaña Taishan o menos que una
pluma”.
Morir por los intereses del pueblo tiene más peso que
la montaña Taishan; servir a los fascistas y morir por los que explotan y
oprimen al pueblo tiene menos peso que una pluma. El camarada Chang Si-te murió
por los intereses del pueblo, y su muerte tiene más peso que la montaña
Taishan.
Servimos al pueblo y por eso no tememos que se nos
señalen y critiquen los defectos que tengamos.
Cualquiera, sea quien fuere, puede señalar nuestros defectos.
Si tiene razón, los corregiremos. Si lo que propone beneficia al pueblo,
actuaremos de acuerdo con ello. (…) Si, en aras de los intereses del pueblo, persistimos
en lo que es justo y corregimos lo que haya de erróneo, nuestros destacamentos prosperarán.
Venimos de todos los rincones del país y nos une un
objetivo revolucionario común. Necesitamos que la inmensa mayoría del pueblo marche
junto con nosotros por el camino hacia este objetivo.
En la actualidad, dirigimos ya bases de apoyo con una
población de 91 millones, pero esto no es suficiente; se requiere más para
liberar a toda la nación.
En tiempos difíciles, debemos tener presentes
nuestros éxitos, ver nuestra brillante perspectiva y aumentar nuestro coraje.
El pueblo chino está sufriendo; es nuestra obligación salvarlo, y debemos
luchar con energía. En la lucha siempre hay sacrificios y la muerte es cosa
frecuente.
Pero, para nosotros, que tenemos la mente puesta en
los intereses del pueblo y en los sufrimientos de la inmensa mayoría, morir por
el pueblo es la muerte digna. No obstante, debemos reducir al mínimo los
sacrificios innecesarios. Nuestros cuadros deben preocuparse por cada soldado, y
todos los que integran las filas revolucionarias deben cuidarse entre sí,
tenerse afecto y ayudarse mutuamente.
(Del Nº 5 de Cuadernos
de difusión del marxismo-leninismo-maoísmo).
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