miércoles, 6 de marzo de 2013

Los aportes de Mao Tse Tung (PRIMERA PARTE) - Otto Vargas


Los aportes de Mao Tse Tung (PRIMERA PARTE)

Cuadernillo de difusión nº 217 / Febrero 2012
Cuadernillo de difusión del Marxismo Leninismo Maoísmo, suplemento del semanario hoy, servir al pueblo.

Otto Vargas

 

Mao Tsetung nació el 26 de diciembre de 1893 en Shaoshan, aldea a ochenta kilómetros de Changshá, capital de Junán, una provincia de treinta millones de habitantes, que fue en el siglo pasado centro del movimiento Taiping y de numerosas logias y movimientos campesinos de carácter reformista y revolucionario. Hijo de un campesino pobre, que luego fue campesino medio y después campesino rico, desde los 7 y hasta los 16 años trabajó en el campo y fue budista.
En 1911 estalló la revolución contra el emperador y el imperialismo, y Mao marchó a Changshá. Se incorporó al movimiento revolucionario y fue soldado durante seis meses en las tropas que se alzaron entonces. En 1912 en la Biblioteca Provincial de Junán, en Changshá estudió a los grandes pensadores de Occidente.
Paradojalmente, hoy que está de moda el liberalismo, Mao estudió primero La riqueza de las naciones de Adam Smith que El Capital de Marx. Entró en la Escuela Normal y en 1915 fue electo secretario de la Asociación de Estudiantes de la Escuela Normal en un período de conmoción y guerra civil y fundó la Asociación por el Autogobierno de los Estudiantes, en la que participaron mujeres (lo que entonces era una verdadera revolución en China). Esta Asociación fue el núcleo, en Junán, del movimiento revolucionario de 1919. Grandes manifestaciones de masas. En 1917 fundó la Nueva Asociación de Estudios por el Hombre Nuevo, que tuvo gran influencia en to¬do un período y formó cuadros dirigentes del futuro Partido Comunista. Se ocupó, entre otros temas, de la opresión de la mujer a través de la crítica al sistema de matrimonio feudal [1]. La mayoría de los miembros de la Nueva Asociación fueron asesinados en la contrarrevolución de 1927.
Organizó cursos nocturnos para obreros y batallones de autodefensa. Intentó formar una asociación de estudiantes de toda China.
En 1918 fue a Pekín. En la Universidad trabajó en la biblioteca y formó parte de la comisión que seleccionaba a los estudiantes que iban a París. Logró que participen mujeres –muchas de Junán– lo que también era un avance muy grande. El no fue porque dijo que no conocía suficientemente a China. Trabajó intensamente entre los obreros ferroviarios, entró en el grupo de estudios marxistas de LiDazao y al tiempo volvió como maestro a Changshá. Durante toda su vida iba a defender orgullosamente su profesión. Poco antes de morir, en una entrevista con Pompidou, le dijo: “Yo participé en la guerra por la fuerza de las circunstancias, pero soy maestro, soy de profesión maestro”.
El 4 de mayo de 1919 manifestaciones de estudiantes e intelectuales en Pekín iniciaron una nueva fase de la revolución democrático burguesa en China. Primero en Pekín. Luego en 220 ciudades. Participaron 20 millones de personas en las manifestaciones. Mao en Changshá se volcó a la lucha política y estudiantil, y editó desde 1918 la Revista del río Hsiang, de gran influencia sobre el sur de China, por sus posiciones avanzadas sobre la independencia china y el problema campesino y obrero.
También sostenía la emancipación y el sufragio de las mujeres, exhortando a rechazar la moral feudal; ironizó sobre la virginidad femenina en China y escribió nueve artículos sobre el suicidio de una joven mujer casada.
Estos artículos tuvieron una gran repercusión y fueron reproducidos en 1966 durante la Revolución Cultural. En 1919 se transformó en un marxista y planteó que sólo el marxismo salvaría a China. Y comenzó –en 1920– a organizar política y sindicalmente a los obreros de Junán: mineros, ferroviarios, textiles, municipales.

Los primeros años del Partido Comunista de China
En 1921 se realizó el Congreso de fundación del Partido Comunista de China en la ciudad de Shanghai. Fue detectado por la policía y tuvo que continuar en una de esas barcas que se usaban entonces en China como vivienda. El fue delegado por Junán. Participaron 21 delegados, representando a 52 o 57 afiliados. Fue electo miembro del Comité Central. En 1922 volvió a Junán como secretario del Partido y organizó la gran huelga de mineros de Anyuan: miles de mineros y trabajadores se alzaron a la lucha y Mao dirigió ese movimiento.
En 1923 el Tercer Congreso del Partido decidió cooperar con el Kuomintang. El Partido tenía 342 miembros. ¿Qué era el Kuomintang? ¿Un partido? ¿O una organización de frente único? Esta fue una gran discusión en todo el movimiento de liberación nacional, incluso en la Argentina. La derecha decía que era un partido. Así lo entendió Haya de la Torre en América Latina, quien planteó la disolución de los partidos comunistas para integrarse a movimientos de ese tipo como el APRA en Perú; discusión que sería retomada en la Argentina con la fundación del peronismo por una coriente de la izquierda. ¿o era un bloque de obreros, campesinos y burguesía nacional, donde el Partido luchaba por la hegemonía? Así lo consideró la Internacional. Mao pasó a ser responsable de la coordinación con el Kuomintang. El Kuomintang, dirigido por Sun Yatsen, aceptó a los comunistas y aprobó el entendimiento con la URSS. La derecha no acordó con la entrada de los comunistas.
Chiang Kaishek, que era parte del ala izquierda, dirigía la Academia Militar Revolucionaria de Wampoa, con la ayuda soviética. Mao Tsetung trabajó en el aparato central de Kuomintang y fue responsable de propaganda y de la organización campesina. No fue electo para el Comité Central en el Cuarto Congreso del Partido. Era un período de lucha contra los caudillos militares del norte y de frente único con la burguesía nacional contra esos caudillos.

Dos temas claves
En 1926 Mao Tsetung dirigió la sección campesina del Partido y fundó una escuela de cuadros campesinos en Cantón, uno de los centros de la revolución china.
Escribió su célebre artículo Análisis de las clases en la sociedad china. Por primera vez, el marxismo leninismo se aplicaba al estudio de una sociedad feudal y semicolonial. La derecha del Partido, encabezada por el secretario general Chen Tusiu, atacó el trabajo de Mao; y la “izquierda”, encabezada por quien luego sería secretario general, Chang Kuotao, atacó el trabajo de Mao.
Dos problemas estaban planteados para todo el movimiento revolucionario de Asia, África y América Latina.
Primero: ¿cuál es el principal aliado del proletariado en los países de Asia, África y América Latina? Sobre esto, Stalin tuvo una posición clara. Era un debate de la Internacional Comunista y del movimiento revolucionario mundial. En el artículo Acerca de las perspectivas de la Revolución en China escrito en noviembre del ‘26, poco antes de la derrota del ‘27, Stalin escribió:
“Yo sé que entre la gente del Kuomintang e inclusive entre los comunistas no consideran posible un desenvolvimiento de la revolución en la aldea, ya que temen que la entrada de la gente del campo a la revolución corrompa el frente único. Esta es una inmensa equivocación, compañeros. El frente antiimperialista en China será tanto más fuerte y poderoso mientras más rápida y completamente se haga entrar a la gente del campo chino a la revolución”.
Trotski, en cambio, escribía en su libro La revolución permanente:
“Hay que arrojar por la borda la teoría reaccionaria de las etapas y de las fases de la revolución. Hay que luchar por la dictadura del proletariado, arrastrando tras de sí al campesinado”.
“Arrastrar al campesinado”, vieja teoría de Trotski con la que ya polemizó Lenin a comienzos de siglo. Y en su libro El gran organizador de derrotas, dice Trotski: “La revolución agraria en China tiene un carácter tan antifeudal como antiburgués, porque el explotador más odiado en el campo es el campesino rico usurero”.
Si los comunistas chinos le hubiesen hecho caso a Trotski hubiesen terminado colgados. Colgados por los campesinos. Mao, en aquel artículo de 1926, y en el de 1927, Investigación sobre el movimiento campesino en Junán, planteó ya la importancia del movimiento campesino, las clases en el campesinado y los enemigos de la revolución agraria.
El segundo tema es el de la burguesía nacional. (“En los países que sufren la opresión imperialista hay dos tipos de burguesía: la burguesía nacional y la burguesía compradora”[2]).
Hay que decir que la Internacional Comunista avanzó en los años ‘26, ‘27 y ‘28 en estos temas. En 1928, el 1º de diciembre, se realizó el Octavo Congreso del Partido Comunista de la Argentina, que también avanzó en el estudio de la realidad económica y social del país. En ese período hubo análisis muy importantes del Partido Comunista del Perú, que dirigía Mariátegui, sobre el carácter de la revolución en nuestros países. En 1929, los informes centrales de la Conferencia de los partidos comunistas de América Latina, pese a plantear el carácter semifeudal e incluso feudal de los países de América Latina, no subrayaron suficientemente la importancia del problema campesino, o el carácter esencialmente campesino de la cuestión indígena o aborigen. Pusieron el centro en el trabajo con los obreros rurales, y consideraron –dicho textualmente en bloque, “a la burguesía nacional y extranjera”. Muy lejos, muy lejos, del análisis de Mao de 1926. El Partido de la Argentina, hasta avanzada la década del ‘30, por no decir la del ‘40, se oponía al proteccionismo, por ejemplo de la industria textil o azucarera, con los mismos argumentos que hoy utiliza Bernardo Neustadt.
La impronta que la Internacional en su momento y después los soviéticos imprimieron a este problema, cuando entraron en oposición con los dirigentes del Partido Comunista de China, impidió a los revolucionarios de Asia, África y América Latina asimilar las ricas experiencias, las más avanzadas experiencias en el movimiento de liberación nacional, que fueron precisamente las experiencias de la clase obrera de China. Es decir que siguen planteados estos dos problemas hoy, en la definición de la estrategia y la táctica de las auténticas fuerzas revolucionarias de Asia, África y América Latina: el problema campesino (ya vamos a ver luego esto) y el problema de la burguesía nacional.

Como surgió el camino
Me refiero largamente a esos años de alianza con el Kuomintang porque a veces se piensa que el proceso que llevó a la lucha armada en la montaña en China y al camino que inició Mao Tse-tung, surgió de la nada, o de un debate entre teóricos, y no de un amplísimo y vasto movimiento de masas revolucionarias. El PC formó en la lucha armada contra los feudales del norte a miles de cuadros, ganaron a muchos militares del ejército del Kuomintang, del ejército nacionalista. Chu Teh, que fue jefe del ejército chino, era oficial del ejército; Ye Chienyi, que fue jefe del Estado Mayor del ejército chino, era oficial del ejército nacionalista en Kuang Chou; Peng Tehuai, que fue comandante en jefe del ejército, era oficial del ejército nacionalista. Cuando, luego de 1927, Mao creó la primera base roja en las montañas con un puñado de hombres, no lo hizo por inspiración de un momento sino como producto de una rica experiencia revolucionaria y como resultado de grandes levantamientos obreros y campesinos, de millones de hombres, dentro de los cuales actuaron los comunistas formando cuadros para el Partido y para la lucha armada.
Luego de muchas y sangrientas derrotas, se entendió que había que hacer la guerra de guerrillas. Y muchos tomaron, como decía una canción popular china, “las cuevas de las montañas como casa, la tierra como lecho, las raíces como alimento y al Partido como padre”.
Participaron millones en estos movimientos. En la insurrección de Shanghai, que duró dos días, es decir, durante dos días los obreros fueron dueños de la ciudad, participaron ochocientos mil trabajadores. Visité en una ocasión un pequeño distrito, el distrito de Jun An –pequeño distrito: quinientos mil habitantes–; provenían de esa zona Lin Piao; Li Sinnien; Tong Piwu que fue el primer presidente de China, en el año 1949; Sü Siangchien, renombrado jefe militar.
En ese distrito, Jun An, hubo una insurrección campesina dirigida por el Partido en el año 1927 y triunfó; se instaló un soviet que duró setenta y cuatro días, y después se replegaron a las montañas; fueron perseguidos y des¬pués la mayoría se incorporó a la Larga Marcha pero quedaron combatientes ahí; hasta el último momento, en el ‘49, en que esa zona fue liberada. Hubo allí 11.088 mártires de las organizaciones sindicales y políticas; 2.827 mártires del Partido y 378 de la Juventud Comunista. Allí, en la comuna de Shi Lipin, en ese distrito, nos dijo un viejo campesino que participó en la Larga Marcha, fue jefe de regimiento y herido diez veces: “Nosotros aprendimos en aquellos años, cuando teníamos al presidente Mao y un gran entusiasmo revolucionario, a cambiar la azada por el fusil y el fusil por la azada, y nos costó mucho aprender que no se hace una revolución porque se triunfa en una batalla. Que hacen falta muchas batallas para triunfar en la revolución”.
¿Fue justo unirse al Kuomintang en 1924? Sí, fue justo. Eso permitió transformar al Partido de poco más de trescientos militantes en un Partido de 57.967 miembros en 1927. En esa lucha se cometieron errores: de la Internacional, que tenía a Chiang Kaishek en su Presidium de honor, y del Partido Comunista de China.
Trotski armaba gran griterío en la Internacional y todavía hoy lo arman los trotskistas. Trotski, que trabajó en unidad con los mencheviques desde 1903 hasta 1917, catorce años, se indignaba por los errores mencheviques del Partido Comunista de China, que tenía tres años de vida. El dirigente del Partido, Chen Tusiu, cometió graves errores de derecha. Esto no implica que los haya compartido toda la Internacional, que en ese entonces estaba presidida, precisamente, por un dirigente de la derecha del Partido Comunista soviético, que eso era Bujarin. Chen Tusiu fue el que dijo: “los obreros no deben tener desconfianza de Chiang Kaishek”. Dejó inerme al Partido ante el terror blanco.
En 1927, sólo en el norte de Junán, fueron asesinados por la contrarrevolución trescientos cuarenta mil campesinos. ¿Fue esta línea la causa de la derrota? Hay debates sobre esto: ¿La causa principal fue la correlación de fuerzas? Los errores ayudaron a esa derrota y sobre todo acarrearon grandes pérdidas al Partido.
Al mismo tiempo hay que decir que esa línea (la línea que se siguió practicando de insurrecciones en las ciudades) no era la línea de Stalin. Este, en mayo de 1927, planteó que no había que llevar a cabo luchas decisivas por Shanghai, donde él dijo que se entrecruzaban todos los poderes financieros que disputaban China, y propuso reunir fuerzas en el campo.
Mao en ese período quedó fuera del Comité Central. Gran debate. Un debate sobre el campesinado. Entiendo que Stalin y Mao vieron con claridad el rol del campesinado. Pero sobre si la revolución iba del campo a la ciudad, no estaban claros ni Stalin ni Mao, inicialmente. Mao dice en su entrevista con Malraux, que fue después de la derrota del ‘27, y al volver a su provincia de Junán, escapando por milagro a la muerte (al igual que Chou Enlai y otros dirigentes del Partido) cuando comprendió que la revolución tenía que ir del campo a la ciudad.
Este es un debate clave para las fuerzas revolucionarias de América Latina. Es el debate que, con otras palabras, planteó en su momento de revolucionario Fidel Castro y planteó el Che Guevara, cuando dijeron que la cordillera de los Andes tenía que ser “la Sierra Maestra de América del Sur”, porque el gran problema de la revolución de América Latina, en especial de América del Sur, ha sido y es cómo unir el movimiento proletario de los grandes centros urbanos como Sao Paulo, Montevideo, Buenos Aires, Rosario, Córdoba, los centros proletarios chilenos, los mineros bolivianos, con esa inmensa masa de campesinos pobres, indígenas en su mayoría.
La Internacional Comunista ¿qué aportó a este debate? Hubo un informe de Dimitrov en el Séptimo Congreso de la Internacional donde planteaba la línea para la Alianza Nacional Libertadora que se había constituido en Brasil (sobre este movimiento brasileño ahora se han escrito novelas y se han hecho algunas películas). Acababa de constituirse esa Alianza, Prestes y Olga Benario preparaban el levantamiento de 1935. En ese momento Dimitrov compara Brasil con la India y con China, y dice que el centro de la Alianza Nacional debe estar en ganar a las masas de millones de campesinos para el ejército popular revolucionario. Pero siguiendo lo que iba a ser una epidemia del movimiento comunista y revolucionario latinoamericano, los dirigentes del Partido Comunista del Brasil transformaron ese promisorio movimiento en el organizador de un putch sobre la base de los núcleos de oficiales que tenían en el ejército y fracasaron. Arthur Ewert, un camarada alemán conocido en Brasil como Harry Berger, fue el hombre que mandó la Internacional Comunista, junto con Rodolfo Ghioldi, para ayudar en ese proceso. Dicen que él tenía esta idea del campo a la ciudad. Ustedes saben que Ewert enloqueció por las terribles, increíbles, torturas que le hicieron en la cárcel en Brasil.
Ese fue un momento clave, un momento de viraje. A partir de allí se aplicó en América Latina la táctica del Frente Popular, los movimientos amplios del Frente Popular, que tuvieron grandes méritos y grandes errores, y esa idea se desdibujó hasta que volvió a ser planteada desde otro ángulo, con otra concepción y otras perspectivas, en la década del ‘60 por Fidel Castro y por el Che.
Sigamos con China. Se producen nuevas insurrecciones como la de Nanchang, el 1º de agosto de 19273[3]. El levantamiento de la Cosecha de Otoño, en setiembre de 1927, inicia la lucha con base en el campo que propugnaba Mao. Fracasa en Octubre y los insurrectos tienen que huir a las montañas Chingkang donde establecen la primera base de apoyo. En una ocasión, en China, el compañero Rocha le preguntó a unos dirigentes que lo acompañaban visitando esa zona: “¿Y cómo fue que eligieron este lugar?” Y los compañeros le dijeron “¿Elegir? Nosotros disparábamos. Cuando llegamos acá, a este lugar, nos quedamos”. Mil hombres salvó Mao de esos alzamientos. En la mitad del camino, se detuvieron y los arengó. No se sabe, no quedaron las palabras que dijo. Sólo que gritó “¿Nos atreveremos a seguir la revolución o no?” Los mil contestaron: “Nos atreveremos”. Pero doscientos abandonaron después de jurar eso. Quedaron ochocientos. Se unieron con dos grupos de bandoleros, unos seiscientos, ochocientos, que tenían ochenta y pico de fusiles, y así se formó el Primer Cuerpo del Ejército Rojo. En mayo de 1928 se unió Chu Teh con diez mil hombres. Chu Teh fue el jefe; Mao, el comisario político. Larga lucha en el Partido Comunista. Mao Tsetung fue destituido del Comité Central y acusado de “derechista y pragmático mezquino”. De él se dijo lo mismo que dijo Trotski de Lenin. En 1903 dijo Trotski que Lenin “cree ser un dirigente proletario siendo solamente un jefe pequeño burgués de las masas campesinas”.
En la Internacional hubo idas y vueltas. El Sexto Congreso del Partido Comunista de China se realizó en Moscú junto con el Sexto Congreso de la Internacional, en junio de 1928, y aprobó la guerra de guerrillas de Mao. En el ‘29 Mao escribió un artículo que pulverizó a los trotskistas en el Partido: Cómo corregir las ideas erradas en el Partido. En el ‘30, se instauró el gobierno soviético de Kiangsi del Sud Este (en una zona limítrofe porque ellos en general hacían las zonas liberadas en el límite de las provincias, cosa que dificultaba la represión porque China en ese entonces estaba dividida entre señores feudales, señores de la guerra que luchaban entre sí). Aquí fundaron la República Soviética de Kiangsi del Sud Este. Mao fue electo presidente de esa república. Dirigía, en 1930, una población de cerca de diez millones de habitantes.
Este gobierno promulgó una ley agraria. En 1932 le declaró la guerra a Japón. (Muchos iban a China y cuando los chinos decían “el presidente Mao”, comentaban: “esto es el culto a la personalidad”, pero a Mao se lo llamó así desde que era el presidente de la República Soviética de Kiangsi del Sud Este). Su gobierno le declaró la guerra al Japón, que había invadido en 1931.
Los ejércitos japoneses ocuparon Manchuria y fueron bajando ocupando el Este de China. Pero en el ‘31 ya había vuelto a triunfar en el Partido la línea insurreccionalista urbana, “izquierdista”.

La lucha contra el invasor japonés
Hasta 1934 no se define claramente el enemigo principal. Va cambiando todo. Las contradicciones tienen un proceso de desarrollo que no es fácil distinguir de entrada. Cambian los enemigos y cambian los amigos. Aquel general, Tang Chengchi, que quiso detener a Mao en 1927 y que aplastó el levantamiento de Nanchang obligando a Mao Tsetung a refugiarse en las montañas, se transformó en aliado. Y aquel otro, que era el jefe de la izquierda del Kuomintang, Wang Chingwei, se transformó en 1939, en el hombre de los japoneses en el Kuomintang. En 1934 se libró una áspera lucha sobre si Frente Único Antijaponés o no.
Me adelanto aquí a algunos hechos. Mao en el ‘35 escribe sobre la táctica frente al imperialismo japonés. En el ‘36, dos generales del Kuomintang arrestan y pretenden fusilar a Chiang Kaishek, en Sian. Chiang Kaishek, aquél cuyos soldados destruyeron la casa natal de Mao Tsetung en Shaoshan; aquél que mató a su mujer, su “altivo álamo” como la llamó en una poesía [4]; aquél que obligó a Mao a dejar dos hijos perdidos en Shanghai durante más de diez años. (Durante la Larga Marcha Mao también tuvo que abandonar otros dos hijos que nunca más pudo volver a encontrar). Aquél que mató a decenas, a centenares de miles de comunistas. Y Mao mandó a Chou Enlai a negociar su libertad para poder constituir el Frente Unico Antijaponés. Mao, ya en el ‘35 había previsto que Chiang Kaishek sería obligado a participar en el Frente Único Antijaponés porque comprendió la esencia de clase de Chiang Kaishek, como representante de una burguesía intermediaria ligada a los sectores que entonces se oponían al imperialismo japonés.
Recién en 1937 se formó el Frente Unico Antijaponés.
Japón había invadido China en 1931. Para eso los comunistas debieron hacer concesiones, muy discutidas entonces, grandes concesiones. No las que quería Chiang Kaishek, de disolver el Ejército Rojo, liquidar las zonas liberadas y confiar al Kuomintang la dirección de la guerra antijaponesa, pero sí grandes concesiones, que precedieron y ayudaron a definir la línea que iba a seguir Stalin, posteriormente, en la alianza tripartita con los Estados Unidos y las potencias aliadas[5].
En todo ese período del que veníamos hablando, del Frente Unico Antijaponés en China, hay un debate que preside todo: ¿el centro debe estar en la ciudad o debe estar en el campo? Y en relación con esto ¿qué línea militar? ¿La insurreccionalista urbana o la del campo a la ciudad? ¿La guerrilla campesina como instrumento táctico, como conocemos tantos ejemplos en América Latina, al servicio de las negociaciones políticas y de la supuesta insurrección en las ciudades, o como instrumento estratégico? Mao plantea que la revolución china es una revolución cuyo principio básico es la guerra campesina, por eso lo acusan de derechista. Hay que atraer al enemigo a las bases rojas, dice Mao, y aplicar los principios de la guerra de guerrillas, y no la experiencia insurreccional europea que llevaban los técnicos de la Internacional: la de golpear “con los dos puños”, la de “no retroceder jamás” la de “atacar en las ciudades”, donde está concentrada la fuerza del enemigo.
Estas teorías de Mao se sintetizan en los nueve pasos para aplastar las campañas de cerco y aniquilamiento; y los diez principios militares que sintetizó, después de un largo proceso, en un artículo que tiene fecha de 1947 en las Obras Escogidas[6]: crear bases de apoyo; ni insurreccionalismo aventurero ni la línea que luego se iba a llamar “de los insurrectos errantes”. En 1933 Mao Tsetung realizó una conferencia para trazar la línea económica, y por eso se lo acusó de derechista. El Partido aplicó otra línea y por eso los comunistas chinos fueron golpeados en las cinco campañas de cerco y aniquilamiento. Pero el trasfondo de la discusión política y militar está relacionado con la guerra contra Japón: ir al norte, como planteaba Mao, para reorganizar el ejército y acercarse al teatro de la guerra antijaponesa (ir a Yenán); o ir más al norte, a la frontera con la URSS, para tener la protección soviética, y en vez de basarse en las fuerzas propias basarse en la ayuda soviética; o quedarse en el sur, donde, como decían muchos, “se come el buen arroz”.
Estaban muy castigados, derrotados, hambrientos. Incluso después de la famosa reunión de Tsunyi en 1935, donde Mao pasó a ser el jefe militar, algunos plantearon ir cerca de la Unión Soviética. Se decidió ir a Yenán. Pero en la mitad de la Larga Marcha que había recorrido ya miles de kilómetros, Chang Kuotao, (que era el secretario general del Partido), con Chu Teh, con Li Sinnien, con Liu Pochen entre otros (pero sobre todo con Chu Teh) rompieron el ejército y se dirigieron al sur.
Es el momento que Mao caracterizó como “el más sombrío de mi vida”. Ocho mil hombres quedaron con Mao.
Veintidos mil con Chang Kuotao y Chu Teh, bajan hacia el sur buscando “la zona del buen arroz”. Mao Tsetung reunió a los ocho mil harapientos y les dijo: “¿Ustedes quieren volver?”, “Jamás”, gritaron. “Entonces abramos el camino, que ellos van a volver”. Y efectivamente, después que las tropas de Mao llegaron a Yenán, Chu Teh y los otros camaradas (algunos dicen que Chu Teh fue obligado a seguir a Chang Kuotao) volvieron. Y fueron entonces treinta mil hombres los que quedaron de todo ese gran ejército que había luchado en aquellos años.
Luego de esto Chang Kuotao trató de romper otra vez el ejército y establecer la base central en SinKiang, pero fracasó. En 1967 Rodolfo Ghioldi en una charla en La Plata nos habló del “error de Mao Tsetung” que había ido a refugiarse en una zona desértica y había “abandonado la zona revolucionaria del sur”. Este comentario de Ghioldi plantea la posibilidad que atrás de esa línea de Chang Kuotao hubo otras manos, aparte de las manos chinas, que apoyaron esa maniobra. En la Larga Marcha el Ejército Rojo recorrió 12.500 kilómetros, atravesó dieciocho cadenas de montañas, once provincias, derrotó a un millón de hombres, combatió todos los días, sufrió hambre y todo tipo de dificultades.
Fue una de las más grandes empresas militares de la historia, al lado de la cual incluso la de Aníbal empalidece. En esa Larga Marcha, en 1935, en la reunión de Tsunyi, triunfó finalmente la línea de Mao de la guerra de guerrillas, de la guerra del campo a la ciudad, de crear las bases rojas de apoyo y se derrotó la vieja dirección oportunista de “izquierda” y de derecha.


[1] Mao era muy rebelde y su padre –intentando domar su rebeldía– a los 15 años, lo casó con una joven de la aldea de Shaoshan. Pero para escándalo y vergüenza de la familia de la joven, y de la suya propia, Mao se negó a consumar el matrimonio. Esto probablemente influyó en su temprana lucha contra el matrimonio feudal y por la liberación de la mujer, como parte de su resolución de cambiar el mundo.

[2] Para los comunistas chinos, en China: burguesía compradora, burguesía burocrática y burguesía intermediaria eran sinónimos. Ver: “Reflexiones sobre una charla del camarada Mao”. En Revista Argentina de Política y Teoría, Nº 27, de Agosto¬Octubre de 1993. (Cuadernos…Nº 80, Vargas: La burguesía nacional).

[3] Esta fecha es considerada la creación del Ejército Rojo de Liberación.

[4] Yang Kaijui, esposa de Mao Tsetung, mártir revolucionaria asesinada en 1930 por el Kuomintang. Yang en chino significa álamo.  

[5] La línea del PC de China elaborada por Mao Tsetung para el frente único antijaponés está resumida en: La independencia y la autonomía en el seno del frente único (Ediciones Lenguas Extranjeras de Pekín, 1954), conclusiones presentadas por Mao al Comité Central del PC de China el 5 de noviembre de 1938.

[6] “La situación actual y nuestras tareas”. Obras Escogidas de Mao Tsetung. Tomo IV página 159.

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